domingo, 19 de octubre de 2008

La vieja Junta Coordinadora reapareció



Alojados todos en un búnker diferente al de la conducción del partido, los referentes que en los 80 llevaron a Raúl Alfonsín a la presidencia se volvieron a juntar en la Convención Nacional del radicalismo, en Mina Clavero, y fueron fundamentales para dejar estampado su sello en el documento final. Aunque en el primer día optaron por el bajo perfil, ayer reaparecieron en plenitud y lideraron los conciliábulos. “Recuperamos la iniciativa política”, dijo Moreau.
Por Gabriel Ziblat *


El regreso. Federico Storani, Enrique “Coti” Nosiglia, Pedro Azcoiti, Marcelo Stubrin y Leopoldo Moreau, ayer con la “rosca” intacta.


Ya pasaron 25 años del regreso de la democracia, y la Junta Coordinadora Nacional, más conocida como La Coordinadora, volvió a demostrar que sigue teniendo peso dentro de la Unión Cívica Radical. Las evidencias se pudieron encontrar los dos últimos días en la Convención Nacional realizada en Mina Clavero, Córdoba, donde los referentes del sector lograron que se llegue a una paridad de fuerzas y demostraron que, a pesar de los años de sus integrantes, todavía tienen una alta capacidad de influencia.


Las últimas convenciones del centenario partido habían dejado la impresión de que la presión que los miembros del grupo solían ejercer en los dirigentes y militantes de boina blanca perdía poder. Sin embargo, Enrique “Coti” Nosiglia, Marcelo Stubrin, Leopoldo Moreau, Federico Storani y Luis “Changui” Cáceres, entre otros, dijeron presente en Mina Clavero y de movida dejaron en claro que no están dispuestos a ceder terreno en la interna partidaria.


Del otro lado de la vereda radical, un grupo de dirigentes, que formó parte de la conducción del partido después de la caída del gobierno de Fernando De la Rúa, le hizo frente. Gerardo Morales, Mario Negri, Oscar Aguad, Ernesto Sanz, Roberto Iglesias y Angel Rozas son algunos de estos hombres. “Los que nos quedamos a cuidar a la UCR podemos ofrecer que los que quieran volver vuelvan, ya que hay un partido porque hubo quienes se quedaron a cuidarlo”, repetía Morales, apuntando no sólo a Julio Cobos, sino también a sus rivales en la interna, que alientan su regreso.
Antes del comienzo de la Convención el panorama mostraba a los primeros reunidos en el hotel Residencia Serrana, mientras que Morales y compañía se refugiaban en el Panaholma. Desde allí, las negociaciones iban de un lado al otro. Sin embargo, el resultado no fue fructífero: la Convención empezó y las partes confesaban que no había acuerdo en algunos puntos, especialmente referidos a modificaciones de la Carta Orgánica que impulsaba Morales, y Moreau y Storani rechazaban. “Tenemos una vocación de reforma, pero hay resistencias. Los que se decían progresistas son los que están frenando las reformas”, disparó Iglesias.
En la mañana de ayer, a Nosiglia, Moreau, Storani y Stubrin se los podía ver en las afueras del teatro Milac Navira, donde se realizaba el evento, dialogando con unos y otros. Las operaciones iban y venían, y de cada lado afirmaban que la cantidad de convencionales les daba para tener una mayoría.


Sin embargo, hubo un espacio más para la negociación. Alrededor de las cinco de la tarde se realizó una reunión clave entre las partes, en la que dejaron definido el documento final y acordaron aprobar sólo dos puntos de la reforma. El tercero se analizará en comisión con otros proyectos más.


“Acá se logró un consenso, en un marco claro de equilibrio de fuerzas partidarias”, explicó Moreau. En el mismo sentido se expresó Sanz: “Llegamos a un acuerdo razonable, con consenso”. Cerca del final, Morales reconoció el nuevo panorama partidario. “Se vieron claramente dos sectores de fuerzas internas”, afirmó, sin intenciones de explayarse demasiado. A Moreau, en tanto, se lo vio más exultante. “No lo vemos como un triunfo, porque no vinimos a enfrentarnos con nadie, pero sí es cierto que hemos recuperado la iniciativa política”, resumió.
Al final de la Convención, con todos los documentos aprobados por unanimidad, Morales y Moreau terminaron con abrazos para la foto y la platea. La Coordinadora, en conclusión, demostró que sigue vigente.


*Desde Mina Clavero, Córdoba.